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Gimnasia: mi pasión.

Hola. Soy Andy Salas y actualmente me dedico al arte circense, específicamente equilibrio en parado de manos y acrobacia en piso. También practico danza 17213_10153161359759593_2023877256459530343_ncontemporánea. Desde pequeña me quedé enamorada de la gimnasia. Tanto de la rítmica como de la artística. Es una pasión que me ha acompañado durante toda mi vida. Nunca lo dudé, mi mundo siempre fue la gimnasia.

La gimnasia rítmica es en la que realizas una rutina en piso con distintos aparatos como aro, pelota, cuerda, listón y clavas. Puede ser individual o en grupo. (Dueto, quinteto o hasta de más de cinco integrantes) En cambio, la gimnasia artística es 100% individual. En la rama femenil se compite en cuatro aparatos: salto de caballo, barras asimétricas, viga de equilibrio y piso.

A los tres años empecé con gimnasia rítmica en el Club Casablanca de Satélite pero a los diez me cambié a la artística porque mi maestra de gimnasia rítmica se 11354972_10153308016854593_1198316650_nfue. Dejamos de ir a competencias y a mí me gustaba mucho competir. Como veía que las de artística siempre estaban compitiendo decidí irme con ellas. Estuve alrededor de un año en ese equipo y descubrí que de verdad quería mejorar así que me cambié a Ludskanov. Estuve mucho tiempo en ese gimnasio. Con el equipo de Ludskanov logramos entrenar en el Comité Olímpico. Ahí estuve practicando a nivel de competencia hasta los 18 años. Sonará chistoso pero la razón por la que me gustaba competir era porque sentía que se veía premiado mi esfuerzo y trabajo con las medallas.

Siempre quise ser buena en todo lo que hacía, tanto en la escuela como en mi 259970_10150233799319593_3031499_nentrenamiento de gimnasia. Me logré organizar bastante bien con la logística de mi vida pero eso sí, no descansaba lo suficiente. Mucho menos cuando estaba en la secundaria y en la prepa porque el nivel académico de la escuela exigía más. ¡Mi vida era como la de una máquina! Si hubiera estado en mis manos, habría entrenado cada día, todos los días, pero mis papás no me dejaban ir a los entrenamientos los domingos “para que descansara”. La verdad es que yo no podía estarme quieta. Aunque fuera “día libre” hacía algo de estiramiento o fuerza en casa. Terminé con una viga y una barra adentro de mi cuarto. Jajaja.

Me imagino que era difícil para los demás entenderme. No me gustaba faltar a mis entrenamientos. Incluso odiaba las vacaciones porque sabía que si salíamos11262291_10153308011624593_789061501_n de viaje no iba a poder entrenar. Recuerdo varias ocasiones que toda mi familia se quedaba sin vacacionar por quedarse conmigo. Ahora que lo veo reconozco que fui algo egoísta. Lo que hace una pasión ¿no? Creo que estaba un poco obsesionada. Cuando mis padres vieron que me lo estaba tomando tan en serio ya no les agradó, sin embargo siempre me apoyaron. Pagaron clases, inscripciones y viajes a competencias. Muy a su manera siempre estuvieron ahí.

La gimnasia me enseñó a nunca detenerme ante mis límites. Aunque algún 10917085_10152978931599593_849882137289139831_nmovimiento me costara mucho trabajo yo sabía en el fondo que lo iba a lograr y aunque a veces sí me frustraba, siempre me negué a rendirme. Las barras siempre fueron mi coco. Tardé muchísimo en subir una alemana y ¡no saben cuánto me tardé en sacar el arco hacia atrás en la viga! La verdad es que me daba pavor. Ahora lo hago en cualquier banqueta. Se siente increíble después de haber pasado por tanto miedo saber que lo puedes hacer así sin más. El movimiento ya es tuyo.

Como podrán notar yo iba revolucionada y naturalmente llegó el momento en que me estrellé con la realidad. Al comenzar mis estudios universitarios cada vez era más duro el entrenar a alto nivel. Yo nunca dudé. Estaba decidida a darle todo a la gimnasia. Entonces me di cuenta del apoyo que le da México a eso. Es muy triste darse cuenta que en mi país no dan un presupuesto real al deporte. Nuestras mejores instalaciones son equiparables a las de un gimnasio de escuela en Estados Unidos. No hay estructura. Falta mucho conocimiento del entrenamiento deportivo; planeación para evitar lesiones y considerar descansos.

Son muy pocos los atletas a quienes se les apoya y ciertamente el apoyo surge de los contactos que tienen. El analizar todo esto fue lo que me abrió los ojos y por fin me di la oportunidad de probar otras actividades. Viviendo la gimnasia, todo lo demás se me ha hecho sencillo. Sé lo capaz que puedo llegar a ser y conocer 11355409_10153308011469593_500267956_nmis verdaderos límites. Le debo muchísimo a la gimnasia, el amor que le tengo no es comparable con nada. Aunque suene cursi. Sólo yo sé lo que siento y lo agradecida que siempre le estaré a este deporte tan bello.

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