Pets. 20
En su libro “1929” Leopoldo Mendívil consigna el acuerdo de los grandes capitalistas de esa época (Rockefeller, W. Jenkins, etc.) para mediatizar, someter y enajenar al pueblo de México para facilitar su explotación y echar mano de sus recursos. Refiere también un convenio por 400 años de no explotación de la industria acerera. Ficción o no, los antecedentes de la explotación que se ha hecho de nuestro país datan desde la Conquista, la Colonia, la anexión de Texas a la Unión Americana y llega hasta la actualidad con la clausura parcial de la industria petrolera, la ferrocarrilera y la falta de planes de desarrollo deportivo, entre otros tantos.
Pero eso no es todo; habría que planificar alguna estrategia de orden educativo para tener una población de pensamiento limitado y no es sino hasta el año de 1954 que el Dr. Jaime Torres Bodet instaura los planes de educación básica –primaria y secundaria- del sistema educativo nacional, los cuales están vigentes hasta nuestros días. En el año de 1977 tuve la oportunidad de participar en una investigación dirigida por la Dra. Araceli Otero, para detectar las diferentes categorías de pensamiento que ha desarrollado un niño al concluir su primaria, según el marco teórico de J. Piaget.
Tal investigación se hizo a nivel nacional y fue más allá de lo divertido, pues el examen es a partir de juegos lógicos con los niños. Asombra una de las conclusiones más preocupantes a las que se llega en el estudio: “Conforme están diseñados los planes de educación básica a nivel nacional, el niño al concluir la primaria alcanza una categoría de pensamiento concreto”.
Alguna vez me preguntaba ¿qué mueve a un hombre al suicidio? El Dr. Torres Bodet había cometido un acto del cual hizo una definición y calificó como “un acto de cobardía en un momento de valor y un acto de valor en un momento de cobardía”. ¿Cómo es que un hombre con 14 doctorados se quita la vida? –alguna vez, al entrevistarlo, María Luisa “La China Mendoza” reportó: “es un hombre tan feo, que te impone y te impresiona, pero a los cinco minutos de hablar con él ya estás enamorada de este hombre tan magnífico e inteligente”-. ¿Sabía el Dr. Torres Bodet lo que estaba proponiendo con sus planes educativos? Yo creo que sí, ¿de qué otra manera puede entender uno su suicidio?
Tener un pensamiento de tipo concreto nos condena a la maquila, al subdesarrollo, a ser obedientes artefactos mecánicos que saben “qué y cómo hacer”, más no «por qué» y «para qué». Dicho de otra manera, no hay posibilidad de establecer causalidad, mucho menos de hacer abstracciones y, pensar en un análisis antitético, es imposible.
Hace más o menos dos años el presidente Peña Nieto visitó el campus del Estado de México del Tecnológico de Monterrey y tuvo un comentario que raya en la ingenuidad y la ignominia: “¿por qué no preparamos a la gente para que cuando terminen sus estudios salgan tan competitivos como los egresados del Tecnológico de Monterrey?”.
La respuesta es obvia: esa educación cuesta mucho dinero. Además, los maestros que se niegan a una simple evaluación, se negarían también a una actualización dos veces al año, a realizar un examen de oposición para conseguir una plaza, o bien, por la sencilla razón que si desde la primaria estamos limitados a un tipo de pensamiento concreto, hacer abstracciones es muy difícil y manejarse con un lenguaje conceptual no cabe en un repertorio tan limitado. Lo que he venido afirmando es sumamente grave, tan grave que nos condena a seguir siendo sometidos y explotados hasta que no cambie el diseño de educación básica; en otras palabras, hasta que enseñemos a la gente a pensar, empezaremos a salir del subdesarrollo.
Carlos Montemayor escribe un libro denominado “Guerra en el Paraíso”, en donde narra la lucha de guerrillas que tuvieron los profesores Lucio Cabañas y Genaro Vázquez en los años 60´s. Ellos querían implantar un sistema socialista en las comunidades y desarrollar el Frente Popular del Pueblo, pero se enfrentaron a una enorme dificultad: tratar de enseñar los conceptos marxistas era sumamente difícil, pues la gente no tenía la preparación ni la dotación intelectual para entender conceptos tan básicos como la diferencia entre política de estado y estado de la política, supra estructura, macroeconomía, economía de mercado, etc.
Durante mi ejercicio profesional he tenido la oportunidad de conocer a dos grandes élites: una la integrada por niños egresados de escuelas activas (Montessori, Neil, y el Colegio Alemán). La otra la integrada por deportistas que, a través de la disciplina, la organización y un altísimo nivel de aspiración, además de ser exitosos en su deporte, han logrado estudios de grado en universidades en el extranjero y hoy en día tienen cargos importantes en diversos grupos empresariales, gracias a la transferencia de la actitud de búsqueda de la excelencia a las otras esferas de su vida.
Con esto quiero decir que el deporte es una opción que colabora en el desarrollo y formación de una persona, pero al igual que muchas de las actividades productivas está restringida y condenada al subdesarrollo, a no ser que la iniciativa privada se haga cargo de la gran industria del deporte y se hagan a un lado los patrones oficialistas que solamente sirven para hacer «política».
Fíjense como es que un medallista al ganar un premio importante lo primero que recibe es la llamada del “Preciso”, o lo recibe en “visita oficial” en Los Pinos. Por eso, aunque a muchos no les guste, a mí me encantó, me dio mucho gusto ver a Rommel Pacheco al recibir su medalla de oro en el Mundial de Clavados, cantando con toda su frescura el himno nacional, con una playera que no representaba a nada ni a nadie más que a él mismo. Lejos, muy lejos de la retórica oficialista, de las tranzas y la marrullería del deporte politizado vanamente, lejos del charrismo patriotero y los oportunistas.
SER ATLETA TAMBIÉN ES SER LIBRE Y MUCHOS NUNCA SABRÁN LO QUE ESTO SIGNIFICA.
Psicólogo del Deporte Jorge E. García Z.
Correo Electrónico: jge_garci@hotmail.com
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