Amalia es una persona VIVA. Así, en mayúsculas. Sus declaraciones nos sacuden y su vida se ha convertido en un ejemplo de lucha, de brillo, de acción sin límites.»Soy una persona sumamente agradecida. Es un regalo poder vivir este momento; ver, escuchar, estar con mi hija, consagrarme a mi deporte. Soy una mujer completa.» Con esta mentalidad, la pressbanquista chilanga no se ha bajado del podio desde Sydney. Atenas, Beijing, Londres, (con sus respectivos parapanamericanos), todos están en su álbum personal de victorias aladas. A sus 42 años, la veterana está lista para compartir sus triunfos con nosotros una vez más.
Amalia es luchona dentro y fuera del ámbito deportivo. «Descubrí que si quería llegar a mis clases en la vocacional me tenía que parar a las 4 de la mañana para estar a las 7am como los demás. Nadie te espera ni te ayuda, tienes que decir voy porque voy». El tener 12 hermanos, le ayudó a Amalia a no esperar un trato especial por su discapacidad. Nunca se magnificó ni se minimizó su condición. Se adaptó y aprendió a crecer a partir de ello.
Al igual que otros atletas paralímpicos, Amalia comenzó su inclusión deportiva a una temprana edad a través de la rehabilitación. Practicó de todo, desde natación hasta basquetbol. «La cosa era sentir que podía valerme por mí misma. Nunca me resigné a ver la vida pasar desde mi silla». Durante la secundaria, Amalia comenzó a competir a nivel nacional. «Empecé a competir y empecé a ganar. Era una todóloga. Yo lo que quería era no pasar desapercibida por esta vida.» Sus entrenadores detectaron que tenía cualidades de pesista pero Amalia estaba completamente comprometida con sus estudios. Al descubrir con desilución que el camino académico se tornaba cada vez más inaccesible a causa de su condición, decidió regresar a competir a nivel nacional. Esta vez iba con todo.
La plusmarquista ha participado en diferentes categorías dentro de su especialidad. -54, -57 y-60. Para Río se presentará en -57, ya que es el rango donde se ha sentido más a gusto. Para calentar motores, ya se colgó la presea dorada en esta categoría en el mundial del año pasado.
¡Venga Amalia!
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